Explicarse
Nunca doy explicación ni hago aclaración alguna acerca de mis poesías y recientemente me han sugerido que podría añadir alguna nota a pie de página; una visión personal desde la universalidad de la poesía, para orientar al lector y que no se vaya por derroteros no previstos. Quizá sea un desperdicio, sí (el lector conocería detalles simpáticos y yo podría explayarme), pero no un error. Que cada uno interprete libremente desde su punto de vista es un riesgo que ya tenía asumido. Que alguien viaje al sol cuando yo imaginé el mismo destino alunizando, puede acabar resultando hasta gracioso y estimulante. Por el contrario, al delimitar con precisión se puede romper algún esquema muy válido e incluso alguna ilusión.
Pero no lo descarto del todo (huelga decir que de aceptar el reto -quizá puntualmente, nunca siempre- no sería un pie de página propiamente dicho, sería un añadido personal y más amplio).
En la poesía, en la antipoesía y en la prosa también, he acabado plasmando algunas veces un punto de vista algo pesimista respecto a esa excelencia difícil que está pero no está, que cuando la atrapas parece que se ha ido... Otras he acabado en el optimismo del extremo opuesto... Un extremo tan aparatoso como frágil, que ha sido asumido como real por buena parte de selectos lectores, exagerado en momentos estratégicos por los que saben escribir, y llevado al paroxismo por músicos, bohemios, locos... Pero una excelencia nunca puede ser artificial en la poesía, cuyo deber entre otros, es la lucidez. Más amorosa o alucinada, pero siempre lucidez. No me librará esta de caer en las oscilaciones de los péndulos. Sin embargo cada día estoy más convencido de que la excelencia con mayúsculas no se debe sino mayormente al hecho de ser buena persona (virtud indispensable, aunque no la única, y tan extensa que -estoy seguro de que estarán de acuerdo conmigo- está condicionada a muy pocas cosas).
Nota: finalmente, releyendo el texto, hay partes en las que ni yo mismo entiendo del todo lo que he querido decir. Bueno, pero algo hay que escribir... Y es que, a veces, no es nada fácil EXPLICARSE.
LLuvia
Aunque el pasado no importe
no queremos ser los conformes
que creyeron en los engaños aledaños
de la prosa que sufrimos.
Los días de lluvia
ya no nos entristecerán más
sin dejar de ser los salvajes
que lejos de todo equipaje
nos supimos amar.
no queremos ser los conformes
que creyeron en los engaños aledaños
de la prosa que sufrimos.
Los días de lluvia
ya no nos entristecerán más
sin dejar de ser los salvajes
que lejos de todo equipaje
nos supimos amar.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)